A nadie se le ocurrirá que sólo quiso volar, como antes.
Pensarán que le pudo la tentación rubia, con piernas largas y faldas cortas, y huyó tras ella.
Pero sólo quería recuperar la sensación de aterrizar en un lugar distinto y construir un nuevo nido. Necesitaba nuevas perspectivas como al saltar del pueblo a la ciudad. Sentir esa opresión en el estómago del paso a la capital. O el vértigo que experimentó al llegar a la metrópoli.
Vivirá de nido en nido, sin pensar que acabará sus días solo. Quizá entonces descubrirá el valor de la compañía en el camino aunque, en lugar de volar, se viaje a ras de tierra.
- Presentat a Relatos en cadena 2014-15.
Versió de 100 paraules enviada a la Wonderland – L’art d’escriure: