A nadie se le ocurrirá que sólo quiso volar, como antes.
Pensarán que le pudo la tentación rubia, con piernas largas y faldas cortas, y huyó tras ella.
Pero sólo quería recuperar la sensación de aterrizar en un lugar distinto y construir un nuevo nido. Necesitaba nuevas perspectivas como al saltar del pueblo a la ciudad. Sentir esa opresión en el estómago del paso a la capital. O el vértigo que experimentó al llegar a la metrópoli.
Vivirá de nido en nido, sin pensar que acabará sus días solo. Quizá entonces descubrirá el valor de la compañía en el camino aunque, en lugar de volar, se viaje a ras de tierra.
- Presentat a Relatos en cadena 2014-15.
Versió de 100 paraules enviada a la Wonderland – L’art d’escriure:
A nadie se le ocurrirá que sólo quiso volar, como antes.
Creerán que huyó tras la tentación rubia, de piernas largas y faldas cortas.
Pero sólo quería recuperar la sensación de aterrizar en un lugar distinto y construir una nueva vida. Necesitaba estímulos como al pasar del pueblo a la ciudad, el cosquilleo de mudarse a la capital o el vértigo de llegar a la metrópoli.
Saltará de nido en nido, sin pensar que acabará sus días solo. Quizá entonces descubrirá el valor de la compañía en el camino aunque, en lugar de volar, se viaje a ras de tierra.
11 Agost 2016 a les 11:35
A vegades amb les ànsies passa com amb els arbres: que no ens deixen veure el bosc.
Tant de neguit ens fa perdre el món de vista.
I això a vegades és bo…d’altres no.
Una abraçada,
Rosa