Andrés procuraba no perder el precario equilibrio subido al taburete, a la vez que sujetaba a Marcos por las nalgas. Le susurró:
-¿Ves algo? ¿Hay chicas a la vista?
-Bueno, hoy parece que les gusta más el otro rincón del vestuario. Aquí sólo están Bea y Sonia, y sin ropa se ven todavía más gordas que vestidas.
-¡Pesas mucho!… ahora me toca mirar a mí.
Marcos bajó despacio, apoyándose en la pared para luego subir a su amigo, mientras se sonrojaba al pensar que cada vez le gustaba más cómo Andrés le tocaba el culo cuando lo aguantaba ahí arriba.
- Presentat al concurs Wonderland – L’art d’escriure.
—>> MICRORELAT FINALISTA DE LA SETMANA!!
[Enllaç al text al blog del programa del 31 d’octubre Wonderland de Radio 4 ]
Revisió del microrelat enviat originalment a Relatos en cadena 2014-15: