Le faltarán dos centímetros para alcanzar la barra del trapecio. El anciano se reclina en su cama del asilo y mira el trapecio largo rato, pero no se rinde. Con más ánimo que fuerza se incorpora una vez más, y van quince esta mañana, para intentar su objetivo.
Quiere llegar a la barra, levantarse y caminar ayudado de su bastón. Demostrará a su hijo que puede volver a vivir en su casa. Esa meta le anima a esforzarse cada día.
Ignora que su hijo vendió el piso hace meses, con la certeza de que su padre no se repondría nunca.
- Presentat al concurs Wonderland – L’art d’escriure.
—>> MICRORELAT FINALISTA DE LA SETMANA!!
[Enllaç al text al blog del programa del 14 de novembre Wonderland de Radio 4 ]
Adaptació a 100 paraules del microrelat “La dura realidad” enviat originalment a Relatos en cadena 2014-15.