PETITES HISTÒRIES


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Interrogatorio

– El bate, “¡Eso, bate!”, se le resbalaba de las manos pringosas y se le cayó desde lo alto de la escalera donde estaba subido, “¡Esa escalera!”, para aterrizar en la cara de Isabelita que estaba justo debajo. El bebé presenta heridas en la nariz y en un ojo. Ante esta descripción de los hechos y con las pruebas presentadas, ¿qué tiene que decir en su defensa el acusado?

La luz de la lámpara caía directamente sobre Jaime.

– ¡Fue un accidente, María! ¡Yo no quería romper la muñeca! -sollozaba el pequeño temiendo el castigo de la hermana mayor.