Cansada de recorrer la noche de París, Blanche se sienta en una pequeña plaza. Otra noche sin clientes. Por la esquina ve aparecer a un gendarme y echa a correr. En los adoquines de la calle se queda un tacón de sus zapatos.
Patrice, el policía, lo recoge. Se lo llevará a casa y lo guardará junto al pañuelo que ella perdió otro día. Esa noche, como tantas otras, soñará que no la persigue sino que la puede cuidar, que se adormecen juntos abrazados con ternura en un sofá y que le cambia la falsa sonrisa por una de verdad.
- Presentat a la Copa de Esta noche te cuento – relat de 100 paraules inspirat en aquesta fotografia de Chema Madoz: