Se puso la caperuza roja.
Salió.
El día era radiante, la luz llegaba a todos los rincones que alcanzaba a ver.
Entró.
Escogió la caperuza amarilla, a juego con el sol.
Volvió a salir.
Quizá era mejor seguir con el guión previsto.
Volvió a entrar.
Retomó la caperuza roja, como debía ser.
Caminó.
Iba alegre y despreocupada hasta que pensó en los peligros del recorrido.
Regresó.
Sería mejor la caperuza verde, para poder camuflarse en el bosque.
Y luego…
Luego el lobo se cansó de esperar:
-Esta chica… ¡Qué poca formalidad!
Y pasó malhumorado al cuento de los tres cerditos.
- Presentat al concurs Wonderland – L’art d’escriure (relat d’exactament 100 paraules).
—>> MICRORELAT FINALISTA DE LA SETMANA!!
[Enllaç al text al blog del programa Wonderland de Radio4 del 7 de maig]
4 Agost 2016 a les 19:25
molt bo !
27 Mai 2016 a les 22:01
Genial