Aquel día de verano de 1945 se repetía una y otra vez en su memoria. Y buscaba a mi hermano Andrés, su nieto, que para ella era su José, esperando poder bailar su canción. Tanto daba donde se encontrara, en su cabeza el escenario era siempre la plaza del pueblo. Y nosotros le seguíamos el juego, no nos quedaba otra, pues cualquier intento de devolverla a la época actual era una pérdida de tiempo. Un tiempo que ella y su memoria habían desandado hasta el siglo pasado.
- Presentat a IX Edición de Relatos en cadena amb la frase inicial donada: “Aquel día de verano de 1945”, i adaptant el principi al concurs Wonderland – L’art d’escriure 2016-17 (relat d’exactament 100 paraules).