El lunes el coche me dejó tirada. Menos mal que tenía al lado una estación de Cercanías. En esa misma parada subió un chico muy interesante. Estuvimos lanzándonos miradas todo el viaje. Cuando bajó, me dijo: “¡Hasta luego!”. Sorprendida, le devolví el saludo con una sonrisa.
Ayer coincidimos de nuevo. A mitad del trayecto se acercó: “Hola, me llamo Javier”, y charlamos un poco.
Hoy, al entrar al vagón, me ha hablado de la cartelera anunciada para el viernes. Ahora contactaré con el taller y les diré que no tengan prisa, todavía no pasaré a recogerlo.
- Presentat al XV Certamen de Relatos Cortos de Renfe.