Cuando en el bufete llevamos un juicio de los complicados nos toca investigar a fondo los recovecos de las leyes y salgo muy tarde. Pero siempre llego a tiempo de dar las buenas noches a mi pequeña, inventando una historia entre los dos cada día. Ayer empecé yo:
“Érase una vez un reino cuyas lindes se perdían en la lejanía, comprendían desde la arena de la playa hasta las montañas más altas del interior. Allí vivían muy felices porque…” Continuó mi hija: “…porque todos los habitantes podían ser en algún momento reina y rey, y además no se peleaban porque compartían sus juguetes que se guardaban juntos en un arcón gigante.”
“Sabes Anita, me tomaré la licencia de usar esta historia como introducción en la reunión sobre herencias antes de ir a juicio. Si consigo que se pongan de acuerdo te haré un regalo con parte de mis honorarios.”
- Presentat al IX concurso de microrrelatos sobre abogados (paraules a incloure: “linde, honorarios, arena, licencia, investigar”).