Las mañanas, si no llueve, las pasa en su huerto. Esa afición fue un gran descubrimiento desde que se quedó sin empleo. Que sobraba gente, le dijeron. Demasiadas puñaladas traicioneras, pensó él con rabia contenida. De nuevo se vuelve a sentir útil en casa, pues cada mediodía lleva algún fruto de su esfuerzo: lechugas, berenjenas, calabacines, tomates,… Le crecen hermosos. En unos meses ha conseguido mejorar notablemente su calidad. Los compañeros de las parcelas vecinas están intrigados, les gustaría saber qué fertilizante usa.
Ahora duda ante la oportunidad de volver a su antiguo trabajo. Parece que ha habido algunas vacantes.
- Presentat a IX Edición de Relatos en cadena amb la frase inicial donada: “Las mañanas, si no llueve”, i al concurs Wonderland – L’art d’escriure (relat d’exactament 100 paraules) – canviant la frase inicial per “Andrés pasa todas las mañanas en su huerto, haga frío o calor”.