Dígale, agente, que la quise mucho, como el fuego quiere al aire para encenderse con fuerza los dos juntos. Que no se sienta culpable por sus merecidos reproches, todo ha sido cosa mía. Que a veces una chispa puede prender en el sitio más inesperado y, a la vez, inadecuado. Que lo de esa chica fue una llamarada desleal, pero no apagó la hoguera que siempre ha quemado en mi interior por ella. Agradezco su oportuna aparición en este puente y le ruego que transmita a mi mujer mis últimas palabras. Ahora soltaré su mano y me llevará el río.
- Presentat a XIV Edición de Relatos en cadena amb la frase inicial donada: “Dígale, agente, que la quise mucho” (18/01/2021).